Discurso de ascensor
Cuando los precios son rígidos, los movimientos del tipo de cambio ayudan a absorber las crisis externas y reducir los cambios en exportaciones netas. Sin embargo, también afectan a la competitividad de las empresas, a los costes marginales y a la demanda de mano de obra. En los países en los que las instituciones del mercado de trabajo obstaculizan el ajuste salarial (por ej., debido al gran número de sindicatos o porque los acuerdos de negociación colectiva son más rígidos), las empresas son menos competitivas: la demanda de mano de obra es más sensible a las crisis externas, lo que aumenta el riesgo de desempleo.
Hallazgos clave
Pros
Cuando los precios son rígidos, los tipos de cambio flexibles ayudan a absorber las crisis externas y estabilizar las exportaciones netas.
Para elegir el tipo de cambio óptimo, las autoridades monetarias de una zona monetaria deben asignar mayores ponderaciones a las fluctuaciones económicas en países que tienen instituciones del mercado de trabajo más débiles (es decir, aquellos más vulnerables a las crisis externas).
Contras
Los cambios en el tipo de cambio amplifican la variabilidad en los costes marginales de las empresas y en la demanda de mano de obra, por tanto, afectan al empleo y al desempleo.
Las instituciones del mercado de trabajo son diferentes en cada país y afectan a la competitividad de las empresas de forma distinta; las instituciones más débiles aumentan los costes salariales y marginales y reducen la competitividad de las empresas.
Los países que pertenecen a la zona euro tienen instituciones del mercado de trabajo asimétricas, siendo los países periféricos los menos capaces de afrontar las crisis externas no favorables u otras crisis externas comunes.