Discurso de ascensor
Durante décadas, los sistemas de pensiones se han basado en el aumento de ingresos generado por una población en crecimiento (el llamado dividendo demográfico). A medida que los cambios en longevidad y las tasas de fertilidad han creado nuevas estructuras poblacionales, el dividendo ha desaparecido, pero los sistemas de pensiones no se han adaptado. Se han mantenido solventes aumentando las redistribuciones a los jubilados provenientes de una población activa en descenso. Una estructura simple y transparente y la individualización de la participación en el sistema de pensiones son las condiciones previas clave para un sistema de seguridad para los mayores que sea justo para las distintas generaciones.
Hallazgos clave
Pros
La reforma de las pensiones puede mejorar la igualdad social al equilibrar los intereses de los trabajadores y jubilados.
Al bajar los costes laborales, la reforma de las pensiones puede reducir los obstáculos de incorporación al mercado laboral.
La reforma de las pensiones puede reducir las distorsiones fiscales que desalientan la creación de empleo.
Al reducir los subsidios al sistema de pensiones, la reforma puede mejorar la hacienda pública.
Una mayor transparencia en las instituciones puede generar decisiones más racionales sobre ahorro, trabajo y familia.
Contras
La reforma de las pensiones se enfrenta a obstáculos políticos de la oposición de aquellos que están a punto de jubilarse o se han jubilado hace poco.
La fuerte tendencia a hacer las mismas elecciones que en el pasado ignora los cambios de condiciones.
La complejidad del sistema de pensiones hace que sea difícil ver la necesidad de una reforma y de evaluar sus méritos.
Si las reformas involucran a los mercados financieros, pueden surgir factores externos positivos y negativos.
La contabilidad aplicada a las contribuciones que llegan a través de los sistemas de pensiones induce a error y tienta a los políticos a ocultar la verdadera escala del endeudamiento.