Discurso de ascensor
Es una opinión bien establecida entre los economistas que las personas atractivas tienen más posibilidades de empleo y pueden ganar más que aquellas que son menos atractivas físicamente. Una «prima de la belleza» es particularmente evidente en trabajos donde hay un aumento de la productividad asociado a una buena apariencia, aunque esto varía para los hombres y las mujeres, y varía según el país. Las personas optan por ocupaciones conforme a los beneficios relativos a sus características físicas y de otro tipo; las personas atractivas aceptan trabajos en los que la apariencia física se considera importante, mientras que las personas menos atractivas se alejan de ellos (o se les exige que sean más productivas por el mismo salario).
Hallazgos clave
Pros
La discriminación en la empresa contra los trabajadores menos atractivos está presente en el mercado laboral.
En los trabajos en los que la apariencia es importante, es evidente que la belleza aporta beneficios.
Las personas atractivas optan por ocupaciones en las que el beneficio por la apariencia es mayor, mientras que las que son menos atractivas las evitan.
La forma en que las personas físicamente atractivas se autoclasifican en el mercado laboral es diferente para hombres y mujeres, lo que también explica por qué el «efecto belleza» es más pronunciado en los hombres.
Contras
No existe un estándar universal de belleza y también es difícil de medir.
La belleza no es un factor fijo, sino que puede verse influida por otros factores, como los cosméticos o la cirugía plástica, y puede confundirse por la confianza o la personalidad.
Es difícil separar el efecto de la belleza de otros atributos personales que no son tan reconocibles inmediatamente.
La discriminación por parte del cliente no puede separarse fácilmente de las diferencias reales en la productividad.
No es fácil hacer comparaciones entre países cuando las percepciones del atractivo físico difieren.