Discurso de ascensor
Tras un descenso de las tasas de empleo y participación durante las décadas de 1980 y 1990, Israel consiguió revertir estas tendencias en los últimos 15 años. A ello se sumó un descenso sustancial del paro. Los nuevos trabajadores proceden en su mayoría del extremo inferior de la distribución educativa, y muchos son relativamente mayores. Se incorporaron a la población activa como respuesta a los recortes de las ayudas sociales y al aumento de la edad de jubilación obligatoria. Los ingresos netos de los hogares de todos los grupos de población han aumentado debido al crecimiento de los ingresos laborales; pero ha aumentado la desigualdad entre los hogares.
Hallazgos clave
Pros
Se han registrado aumentos significativos de las tasas de empleo y participación, tanto de hombres como de mujeres, y el paro ha descendido a su nivel natural, en torno al 4 %.
Los ingresos reales del trabajador medio y de la mediana de ingresos han aumentado.
La renta real neta de los hogares aumentó en todos los percentiles y en todos los grupos de población.
Las diferencias de empleo entre árabes y judíos se han reducido.
Las diferencias de empleo entre los judíos ultraortodoxos y no ortodoxos se han reducido.
Contras
La participación masculina sigue siendo inferior a la media de la OCDE.
Persisten grandes diferencias de ingresos entre los distintos grupos de población.
Existe una elevada y creciente desigualdad de ingresos entre hogares.
La tasa de empleo de los árabes sigue siendo inferior a la de la población judía.
La tasa de empleo de los judíos ultraortodoxos sigue siendo inferior a la de la población no ortodoxa.