Discurso de ascensor
Las políticas dirigidas a los solicitantes de asilo han sido polémicas. Desde finales de la década de 1990, la UE ha venido desarrollando un Sistema Europeo Común de Asilo, pero sin identificar claramente la base para la cooperación. Ofrecer un asilo seguro a los refugiados puede verse como un bien público, lo que sirve de justificación para la coordinación de políticas entre gobiernos. Pero cuando el volumen de solicitudes es muy diferente entre distintos países, la unificación de políticas no es suficiente. También se necesitan medidas para compartir la carga, con el fin de lograr una distribución óptima de los refugiados en los Estados miembros. Dichas políticas son deseables desde un punto de vista económico y son más viables políticamente que lo que a veces se cree.
Hallazgos clave
Pros
Considerar a los refugiados un bien público sirve de base a una cooperación entre países.
La cooperación internacional puede conseguir mejores resultados para los refugiados y para las poblaciones de los países de acogida si las políticas son adecuadas.
Se han conseguido grandes avances en el desarrollo del Sistema Europeo Común de Asilo de la UE.
Se han sentado las bases para el desarrollo de una política que abarque toda la UE y se centre en la distribución de los refugiados.
La opinión pública respalda más las políticas supranacionales que lo que a menudo se piensa.
Contras
La unificación de políticas entre los países de la UE no es suficiente para conseguir todos los beneficios de la cooperación en políticas de asilo.
Se necesita una mayor integración de las políticas para garantizar una distribución adecuada de los refugiados.
La pérdida del control nacional de la política de asilo puede presentar dificultades política a los Estados miembros.
Una cooperación más estrecha entre los países desarrollados solo es realmente posible en el marco de la UE.
La mayor integración de las políticas, aunque útil, tendría solo un pequeño efecto en el problema mundial de los refugiados.