Discurso de ascensor
Las remesas han aumentado de manera espectacular en las últimas décadas, algo que ha captado la atención de investigadores y políticos y provocado un debate sobre sus pros y contras. Las remesas pueden mejorar el bienestar de los familiares que no han emigrado e impulsar las economías de los países receptores. También pueden crear una cultura de dependencia en el país receptor al reducir la participación en la fuerza laboral, promover el consumo de ostentación y ralentizar el crecimiento económico. Es necesario comprender mejor sus efectos para formular medidas políticas específicas que permitan a las economías en desarrollo beneficiarse de la mejor manera de esta entrada monetaria.
Hallazgos clave
Pros
Las remesas pueden aumentar el bienestar de las familias receptoras al facilitar el consumo y mejorar sus condiciones de vida.
Las remesas pueden facilitar la acumulación de capital humano al mejorar las condiciones sanitarias, favorecer los estilos de vida más saludables, una sanidad adecuada y mayores niveles educativos.
Las remesas pueden aliviar las restricciones crediticias de hogares no bancarizados en zonas rurales pobres, facilitar la acumulación de activos y las inversiones empresariales, promover el conocimiento económico y reducir la pobreza.
Contras
Las remesas pueden reducir la oferta de mano de obra y crear una cultura de dependencia que inhibe el crecimiento económico.
Las remesas pueden aumentar el consumo de bienes no exportables y sus precios, aumentar el valor real del tipo de cambio y reducir las exportaciones, lo que daña la competitividad del país receptor en los mercados mundiales.
Las remesas pueden limitarse, junto a la migración internacional, a causa de un mayor sentimiento de rechazo a los inmigrantes y prácticas de aplicación más duras en los países de acogida, incluidos los EE. UU. y muchos países de Europa y la región del Golfo.