Discurso de ascensor
Los puestos de trabajo en el sector público se crean porque los gobiernos optan por ofrecer bienes y servicios producidos directamente por empleados públicos. No obstante, los gobiernos pueden también elegir regularizar el tamaño del sector público para estabilizar los niveles de empleo previstos a nivel nacional. Sin embargo, los estudios económicos sugieren que estos efectos son inciertos y dependen de manera crucial de la forma en que se determinan los salarios públicos. Los salarios rígidos en el sector público tienen efectos perjudiciales en el empleo privado, mientras que los salarios flexibles en el sector público consiguen un efecto estabilizador. El empleo público tiene también importantes efectos en la redistribución y en la productividad.
Hallazgos clave
Pros
Ampliar el empleo en el sector público puede ser una manera eficaz de reducir el desempleo a corto plazo, consiguiendo un efecto estabilizador durante recesiones o en regiones relativamente desfavorecidas.
El empleo en el sector público puede crear demanda en otros sectores de la economía (por ej., servicios privados).
El empleo en el sector público favorece las políticas equitativas, como el fomento del empleo de grupos marginados o desfavorecidos.
Contras
La reducción del desempleo a corto plazo a través de la ampliación del empleo en el sector público solo puede producirse cuando los salarios en el sector público sean flexibles, en función de la productividad, y no fijos.
La ampliación de los puestos de trabajo en el sector público provoca un desplazamiento del empleo en el sector privado; cuando los salarios no dependen relativamente de las diferencias en productividad, el desempleo puede incluso aumentar.
Una tasa de empleo elevada en el sector público puede reducir la productividad general en una economía que esté reasignando recursos del sector privado al sector público, o de sectores productivos más altos a más bajos.