Discurso de ascensor
Los responsables políticos de muchos países de la OCDE se preocupan cada vez más por el alto y creciente nivel de desigualdad. La evidencia (ya desde La riqueza de las naciones de Adam Smith) apunta a la importancia de las habilidades para abordar la desigualdad salarial. Pero una vertiente reciente de la investigación argumenta que las habilidades (cognitivas) explican poco sobre las diferencias que existen entre países en cuestión de desigualdad salarial. ¿Pone esto en tela de juicio la creencia sobre la relación que existe entre las habilidades y la desigualdad salarial? No, porque estos estudios recientes no tienen en cuenta el hecho de que el precio de la habilidad (y, por tanto, la desigualdad salarial) está determinado en gran medida por el ajuste entre oferta y demanda de habilidades.
Hallazgos clave
Pros
Las habilidades tienen relación con los salarios a nivel individual: los trabajadores cualificados tienen, de media, salarios más altos que los no cualificados.
Las diferencias en habilidades pueden explicar una parte significativa de la brecha salarial entre ciertos grupos socioeconómicos.
Los cambios en la demanda de habilidades, generados por el cambio tecnológico, la globalización, el envejecimiento de la población y los cambios organizacionales, han aumentado el beneficio de contar con habilidades y, por tanto, la desigualdad salarial.
La desigualdad salarial tiende a ser menor en países que satisfacen mejor la demanda de habilidades.
Contras
Las diferencias en habilidades y en su distribución son solo responsables de una pequeña fracción de las diferencias en desigualdad salarial entre distintos países.
Las diferencias en los precios de las habilidades (o en cómo se recompensan estas) son responsables de una proporción mucho mayor de las diferencias en desigualdad salarial entre países.
Los precios de las habilidades los determinan, al menos en parte, las instituciones del mercado laboral, que tienen un efecto importante en la distribución de los salarios.
Muchas de las diferencias en la desigualdad salarial entre países continúan sin poder explicarse con las habilidades o los precios de estas.