Discurso de ascensor
Permitir a los trabajadores planificar su jornada de trabajo (autonomía laboral) es una práctica polémica de la autonomización de los trabajadores que genera preocupación, bien porque pueda trabajarse menos o trabajar en exceso. La evidencia empírica, sin embargo, no sostiene ni una cosa ni la otra. Según estudios recientes, la autonomía laboral mejora el rendimiento individual y el de la empresa sin que suponga una sobrecarga ni agotamiento profesional. Sin embargo, si la autonomía laboral se incorpora a un sistema de prácticas laborales favorables a la familia, las empresas pueden beneficiarse de la compensación entre los (mayores) complementos salariales y los salarios (más bajos), pero no de un aumento de la productividad.
Hallazgos clave
Pros
La autonomía laboral promueve el rendimiento del trabajador y de la empresa.
El rendimiento mejora especialmente si la autonomía se reserva a trabajadores intrínsecamente motivados o si los trabajadores eligen por sí mismos la distribución de las horas de trabajo.
Al reducir la rotación de empleados, la autonomía laboral aumenta el atractivo de las empresas ante nuevos candidatos.
Si la autonomía laboral se incorpora en un sistema de prácticas laborales favorables a la familia, las empresas pueden beneficiarse de una menor rotación y menos costes salariales.
A pesar de que supone un mayor esfuerzo, es improbable que la autonomía laboral promueva la sobrecarga o el agotamiento profesional.
Contras
Algunos trabajadores pueden abusar de la autonomía laboral esforzándose menos, ya que una ausencia de supervisión directa reduce los costes de elusión de los empleados.
Si reducir los costes forma parte de una estrategia corporativa, la autonomía laboral es perjudicial para el rendimiento de la empresa.
La autonomía laboral puede no ser adecuada para empleados que llevan a cabo tareas rutinarias.
La autonomía laboral es inadecuada para ciertos grupos ocupacionales y difícil de implementar en entornos donde se trabaja en equipo.
La productividad de la empresa puede no aumentar si la autonomía laboral se incorpora a un sistema de prácticas laborales favorables a la familia.