Discurso de ascensor
Si un país cuenta con una población activa suficientemente capacitada, la liberalización del comercio exterior y la inversión aumentan la relación entre los salarios de los trabajadores cualificados y los de los no cualificados (prima por cualificaciones); pero de otro modo, esta relación se reduce. Por razones de equidad, no es deseable que exista una gran desigualdad salarial, sobre todo en países pobres donde el salario inferior está cerca de la miseria; pero es un incentivo para que los padres inviertan en la educación de sus hijos. Sin embargo, el incentivo no será eficaz si no se conceden préstamos a los padres para la educación de sus hijos a causa de mercados de crédito subdesarrollados o porque son demasiado pobres para financiar la inversión con sus propios ingresos y ahorros.
Hallazgos clave
Pros
En los países en desarrollo con un número suficiente de trabajadores cualificados, la liberalización eleva la prima por cualificaciones y aumenta el incentivo para que los padres inviertan en la educación de sus hijos, siempre que se solventen las restricciones de liquidez.
Un descenso de la prima por cualificaciones redistribuye los ingresos de los ricos a los pobres.
Independientemente del número inicial de trabajadores cualificados o del efecto en la prima por cualificaciones, la liberalización aumenta los ingresos medios y reduce el trabajo infantil (fomenta la inversión en educación).
Contras
En los países en desarrollo con un número suficiente de trabajadores cualificados, la liberalización redistribuye los ingresos de los pobres (no cualificados) a los ricos (cualificados), lo que hace más difícil que los padres pobres inviertan en la educación de sus hijos.
Si un país no cuenta con suficiente población cualificada cuando se liberaliza, la desigualdad salarial descenderá, pero el incentivo para invertir en la educación de los niños se debilitará.
La inversión extranjera reduce la demanda de trabajadores cualificados en países en los que la oferta es baja.