Discurso de ascensor
El nivel de cultura financiera en los países desarrollados es bajo y un factor de la desigualdad de crecimiento de la riqueza. Entre los beneficios de aumentar el nivel de cultura financiera se incluyen unos ahorros más eficaces para la jubilación y una mejor gestión de la deuda. Sin embargo, los costes en cuestión de tiempo y dinero para adquirir una cultura financiera son considerables, lo que implica que el valor neto de adquirirla es heterogéneo en la población. Esto hace que el diseño de intervenciones eficaces sea potencialmente difícil.
Hallazgos clave
Pros
La cultura financiera se asocia con mejores resultados económicos, como ahorros más eficaces y mejor gestión de la deuda; en algunos casos, la relación demuestra ser causal.
Las diferencias en cultura financiera pueden amplificar la desigualdad de riqueza, por lo que las intervenciones tempranas para proporcionar cultura financiera podrían reducir la desigualdad de riqueza.
La educación financiera en los colegios ha demostrado tener efectos positivos en las conductas financieras.
Contras
Delegar las decisiones financieras a terceros puede, en algunas circunstancias, sustituir la necesidad de mayor cultura financiera.
Las intervenciones conductuales impulsadas por políticas diseñadas para «impulsar» a los trabajadores a emprender ciertas acciones pueden aumentar el bienestar solamente en aquellos trabajadores que ya tienen cultura financiera; sin embargo, pueden ser más adecuadas para afrontar la falta de acción y otros sesgos conductuales que no derivan de una cultura financiera baja.
Orientarse a aquellos que más necesitan la cultura financiera puede ser difícil porque los costes y beneficios de los conocimientos financieros son heterogéneos y por tanto un «conocimiento universal» puede no ser deseable.