Discurso de ascensor
Quienes proponen aumentar el salario mínimo defienden que puede impulsar el crecimiento económico y ayudar a los trabajadores menos cualificados en periodos de crisis del ciclo económico. Sin embargo, al revisar los datos disponibles, estas afirmaciones cuentan con escaso respaldo empírico. Los aumentos del salario mínimo redistribuyen el producto interior bruto de sectores donde se requieren niveles más bajos de cualificación a aquellos con niveles más altos, y no son nada eficaces a la hora de ayudar a los pobres en los picos y baches del ciclo económico. Las reducciones en el empleo provocadas por el salario mínimo son mayores durante las recesiones económicas.
Hallazgos clave
Pros
El aumento del salario mínimo es más probable que beneficie a trabajadores de baja cualificación durante los picos del ciclo económico, pero no durante los baches.
Los aumentos del salario mínimo pueden estimular el crecimiento macroeconómico si la productividad se deriva a sectores donde se requieren niveles más altos de cualificación, posiblemente instigando formación adicional para trabajadores poco cualificados.
Cuando los aumentos del salario mínimo están indexados a la inflación, parece que los efectos adversos en el empleo no son mayores que los de los aumentos no indexados.
Contras
Los aumentos del salario mínimo redistribuyen la composición de la productividad específica de un sector de forma que perjudican a los trabajadores poco cualificados en vez de generar crecimiento económico neto.
Los aumentos del salario mínimo reducen el empleo de los trabajadores menos cualificados durante los periodos de recesiones macroeconómicas en comparación con las expansiones.
Los salarios mínimos no están bien orientados a los pobres o casi pobres a lo largo del ciclo económico.
Los aumentos del salario mínimo no son eficaces a la hora de reducir la pobreza durante los picos y baches del ciclo económico.