Discurso de ascensor
Los programas para trabajadores extranjeros permiten a los migrantes trabajar legalmente en el extranjero y ofrecen ventajas a los trabajadores, empresas y naciones. Normalmente, los trabajadores extranjeros trabajan solo en mercados concretos y cuentan con el patrocinio de la empresa para la que trabajan, lo que dificulta que cambien de empleador. Los críticos argumentan que los programas dañan a los ciudadanos del país de acogida y a los residentes permanentes («trabajadores existentes») y que permiten a las empresas explotar y abusar de trabajadores vulnerables nacidos en el extranjero. Las instituciones del mercado laboral, la presión de la competencia y las estrategias de la empresa aumentan los efectos de la migración que tienen lugar a través de los programas para trabajadores extranjeros.
Hallazgos clave
Pros
Los programas para trabajadores extranjeros ofrecen a los migrantes oportunidades legales para ganar salarios más altos en el extranjero.
Las empresas tienen ventajas al contratar a mejores trabajadores y se adaptan rápidamente a entornos en cambio.
Los países pueden suplir la escasez de trabajadores en ocupaciones y sectores concretos, atraer a trabajadores altamente capacitados y beneficiarse de una fuerza laboral global.
Los contribuyentes del país del destino asumen pocos costes directos.
Los programas para trabajadores extranjeros regularizan la migración y ofrecen mejores estándares de trabajo que la migración irregular.
Contras
Los trabajadores extranjeros no pueden irse de la empresa fácilmente sin arriesgarse a perder su legalidad en el país de destino, lo que da a las empresas poder sobre ellos.
El poder de mercado de las empresas sobre los trabajadores extranjeros puede perjudicar a los ciudadanos o residentes permanentes («trabajadores existentes»).
El poder de mercado de las empresas puede conducir a explotación y abuso de los trabajadores extranjeros.
La estrategia de las empresas puede no estar en consonancia con los objetivos políticos nacionales.
Algunas empresas pueden aprovecharse de los trabajadores en los países de origen a través de cuotas, engaños y fraude en la contratación.