Discurso de ascensor
Las experiencias vividas durante la Gran Recesión respaldan la opinión de que el mercado laboral británico es relativamente flexible. El paro aumentó menos y se recuperó más rápido que en la mayoría del resto de economías europeas. Sin embargo, este éxito se vio acompañado de un estancamiento de la productividad y los salarios. Que esto represente un fenómeno cíclico o un problema estructural es una cuestión no resuelta. Además, los efectos de la salida prevista del Reino Unido de la UE (Brexit), que es muy posiblemente la mayor amenaza actual a la estabilidad del mercado laboral británico, no son visibles todavía en las estadísticas laborales.
Hallazgos clave
Pros
El mercado laboral británico sufrió menos y se recuperó mejor de la Gran Recesión que la mayoría del resto de países de la UE; el paro está ahora por debajo del nivel de la recesión anterior al 2008.
Aunque la desigualdad salarial aumentó hasta aproximadamente el año 2000, ha disminuido en los últimos diez años.
Tanto los inmigrantes de la UE como los de fuera de la UE sufrieron mayores tasas de paro que los trabajadores nacidos en el Reino Unido antes de la Gran Recesión, pero a ambos grupos les ha ido relativamente mejor desde 2008, y la brecha con los trabajadores británicos es ahora casi inexistente.
La mediana de la relación hombres-mujeres en cuanto al salario por hora ha aumentado con el tiempo y supera ahora ligeramente el 90 %.
Contras
Tras la recesión de 2008, la productividad laboral sigue sin recuperarse al nivel de crecimiento anterior a la recesión.
La mediana de ingresos por hora/semanales y los ingresos medios reales continúan estando por debajo de los niveles anteriores a la recesión.
Es probable que la salida del Reino Unido de la UE tenga efectos importantes en su mercado laboral, pero estos efectos aún no se reflejan en las estadísticas.