Discurso de ascensor
La economía india entró en un proceso continuado de liberalización comercial, desregulación nacional y privatización de unidades del sector público en 1991. Desde entonces, la producción per cápita ha aumentado considerablemente y el nivel de paro general ha continuado siendo bajo. Sin embargo, los índices de participación en la fuerza laboral han descendido fuertemente, sobre todo en el caso de las mujeres. Además, el paro juvenil continúa siendo alto de forma persistente, una cantidad considerable de trabajadores continúan trabajando en el sector informal y existen pocos datos de un aumento sostenido de los salarios para los trabajadores en fábricas o rurales no cualificados.
Hallazgos clave
Pros
Actualmente, el PIB real per cápita y el PIB real por persona empleada son unas 3,5 veces mayores que los de 1991 correspondientes.
La tasa de paro general ha permanecido por debajo del 5 % desde 1991.
La productividad laboral media en la producción organizada es ahora tres veces mayor que en 1990.
Tras un período de estancamiento, los salarios rurales no cualificados aumentaron en torno al 35 % entre 2007 y 2013; los salarios aumentaron también en el sector de producción organizado, aunque mucho menos.
Contras
Para los trabajadores jóvenes (de 15 a 24 años), el paro ha permanecido estable en torno al 10 %.
Desde 2005, el índice de participación en la fuerza laboral ha caído considerablemente para las mujeres y hombres jóvenes; el índice de participación de las mujeres bajó en relación con el de los hombres en torno a diez puntos porcentuales.
La productividad laboral en la agricultura y sectores relacionados ha caído hasta el 30 % aproximadamente de la media en toda la economía, aunque casi la mitad de los trabajadores pertenezcan a estos sectores.
Más del 90 % de los trabajadores continúa en el sector informal, sin seguridad en el empleo ni legislación que los proteja.