Discurso de ascensor
Dinamarca se considera a menudo un país con «flexiguridad», con una legislación laxa de protección del empleo, un generoso seguro de desempleo y políticas activas para el mercado laboral. Este modelo no protege contra los ciclos económicos, pero ha hecho frente a la Gran Recesión y a la pandemia de la Covid-19, evitando el aumento del paro de larga duración y estructural. La pandemia ha tenido graves efectos debido a las restricciones y confinamientos, pero la recuperación y reinicio de la actividad a finales de 2020 y en la primavera de 2021 han sido fuertes, lo que indica que los efectos en el mercado laboral son principalmente temporales. Las reformas recientes han impulsado la oferta de mano de obra y el empleo. El crecimiento de los salarios reales ha sido positivo y ha respondido –con cierto retraso– a la evolución del paro.
Hallazgos clave
Pros
Las tasas de empleo son elevadas y el empleo aumentó debido a factores cíclicos y reformas estructurales.
Las elevadas tasas de rotación del empleo garantizan que la mayoría de los periodos de paro sean breves, lo que contribuye a evitar un aumento del paro estructural.
La resistencia a crisis como la Gran Recesión y la pandemia de la Covid-19 evitan fuertes aumentos del paro juvenil y de larga duración.
El ajuste salarial ha sido flexible, preservando la competitividad salarial.
Hay pocos trabajadores pobres debido a los elevados salarios mínimos y a una estructura salarial comprimida.
Contras
Una gran parte de los jóvenes se incorpora al mercado laboral con bajos niveles de cualificación; esto supone un gran problema, ya que hay pocos empleos que requieran baja capacitación.
Los inmigrantes de países de renta baja tienen tasas de empleo bajas.
La elevada tasa de rotación laboral puede reducir la acumulación de capital humano.
La desigualdad salarial está aumentando ligeramente.
La media de horas de trabajo es baja.