Discurso de ascensor
El efecto de la deslocalización en el empleo nacional es más complicado de lo que puede parecer. Por lo general, la producción deslocalizada perjudica a los trabajadores nacionales porque ofrece mano de obra más barata. Pero aunque la deslocalización desplaza directamente a trabajadores nacionales, el acceso al mercado extranjero y los menores costes de producción resultantes permiten a las empresas nacionales ser más eficientes, extender la producción y crear empleo para los trabajadores nacionales. Estos nuevos empleos a menudo son trabajos más complejos, como revela la relación positiva entre el porcentaje de empleos deslocalizados y la capacitación necesaria para las tareas nacionales.
Hallazgos clave
Pros
La deslocalización ofrece a las empresas nacionales acceso a mercados extranjeros y reduce los costes de producción.
El acceso a mercados extranjeros y los menores costes de producción permiten a las empresas aumentar la eficiencia, expandir la producción y crear nuevos empleos para los trabajadores nacionales.
Como los empleos deslocalizados requieren menos competencias cognitivas y de comunicación que los trabajos nacionales, la deslocalización exige más cualificación a los trabajadores nacionales.
El efecto neto de la deslocalización para los trabajadores nacionales es limitado.
Contras
La creación de empleo en el extranjero a través de la deslocalización puede implicar una destrucción del empleo nacional.
Para que la deslocalización tenga un efecto positivo en el empleo nacional, la eficiencia que genera debe ser suficiente para impulsar el número general de puestos de trabajo.
No existen datos para afirmar que el aumento de los puestos de empleo sea suficiente.
La mayor complejidad de los trabajos exige a los trabajadores nacionales tener o desarrollar más competencias, lo que puede provocar una polarización laboral y salarial entre los trabajadores nacionales.