Discurso de ascensor
Las magistraturas de trabajo son responsables de aplicar la legislación sobre protección del empleo y de arbitrar en las disputas basadas en derechos entre las empresas y los empleados. La cantidad de demandas es alta y en Gran Bretaña ha aumentado, lo que ha afectado a los costes administrativos y a la competitividad económica. Las reformas han tratado de reducir el número de demandas y de mejorar la velocidad y eficiencia de abordarlas. Pero sigue siendo difícil encontrar el equilibrio entre la protección del trabajador y la eficacia de los costes. Reunir pruebas sobre tribunales, incluidas aquellas sobre instigación, resolución, toma de decisiones y resultados tras pasar por el tribunal puede facilitar los esfuerzos políticos.
Hallazgos clave
Pros
Las magistraturas de trabajo son instituciones importantes para aplicar los derechos y protecciones legales de los trabajadores.
La incidencia de las demandas –sobre todo por despidos improcedentes– aumenta durante crisis económicas y varía con otros factores, como el alcance de la sindicalización.
Resolver los casos antes de que tengan lugar los juicios depende de las expectativas de las partes sobre cuál será el fallo y de las intervenciones arbitrales.
Las magistraturas de trabajo reflejan factores sociales y económicos además del cumplimiento de procedimientos.
Contras
El gran número de demandas ejerce presión en el sistema de tribunales y puede generar costes importantes a ambas partes del caso y al estado.
Debido a que los tribunales tienen que aplicar la legislación sobre protección del empleo, se les ha criticado por tener un efecto negativo en los mercados laborales.
Para un pequeño número de demandantes, sobre todo aquellos cuyos casos se desestiman sin un juicio, parece haber consecuencias laborales adversas derivadas de la búsqueda de compensaciones a través de los tribunales.