Discurso de ascensor
En las economías en transición, un gran número de empresas reducen sus aportaciones fiscales y sociales pagando a sus empleados un salario oficial, como consta en su contrato de empleo formal, y un «salario extra en sobre» no declarado que se ha acordado verbalmente y que no figura por escrito. Entre las consecuencias de esto se incluyen una pérdida de ingresos para el gobierno y una falta de juego limpio para las empresas legales. Para los empleados, aceptar salarios infradeclarados reduce su acceso a créditos y a sus protecciones sociales. Abordar este problema ayudará a aumentar la calidad de las condiciones laborales, fortalecer los sindicatos y reducir la competencia desleal.
Hallazgos clave
Pros
Pagar salarios en sobres puede conservar el empleo.
Los empleados pueden recibir salarios más altos si las contribuciones fiscales y sociales no se deducen por completo.
Los salarios en sobres pueden ayudar a las empresas a sobrevivir, permitiendo la movilidad salarial descendente y, por tanto, protegiendo a la empresa y sus empleados frente a crisis de demanda negativas.
Reducir la asimetría institucional entre los mecanismos formales e informales puede reducir la práctica de la infradeclaración salarial.
Contras
Los salarios en sobres dañan la habilidad del estado para controlar la calidad de las condiciones laborales, y debilitan a los sindicatos y el poder de la negociación colectiva.
Dichos arreglos conllevan la pérdida de ingresos públicos.
La infradeclaración salarial añade presión a las empresas legítimas para evitar el cumplimiento de las disposiciones reglamentarias debido a la competencia desleal.
Al aceptar los salarios en sobres, los empleados reducen su derecho a créditos, pensiones y protección social, y permiten a las empresas imponer condiciones adicionales en el futuro.