Discurso de ascensor
Los romaníes son la mayor minoría étnica de Europa, así como una de las más desfavorecidas. Está en juego un triple círculo vicioso: los resultados socioeconómicos deficientes se refuerzan unos a otros; alimentan actitudes y percepciones negativas, lo que conduce a políticas inadecuadas; y la segmentación se mantiene a través de la discriminación (estadística). Una gran falta de datos impide el progreso. Sin embargo, los pequeños indicios de evidencia existentes apuntan a una virtuosa forma de salida.
Hallazgos clave
Pros
La gran segmentación entre la población no romaní y la población romaní se encuentra en el capital humano y en los resultados del mercado laboral.
La segregación residencial provoca diferencias en el nivel educativo, que es un factor clave detrás de estas desigualdades laborales.
Las diferencias socioeconómicas se mantienen a través de la relación entre la educación de los padres y los recursos del hogar y el rendimiento académico de los hijos.
Está aumentando la conciencia sobre la gravedad de la situación de los romaníes, la falta de datos fiables y la deficiencia de las políticas de integración.
Existen opciones políticas que pueden facilitar la integración social y económica de los romaníes.
Contras
La falta de datos y los múltiples sesgos en los cálculos hacen casi imposible medir las poblaciones romaníes y sus condiciones socioeconómicas.
Los romaníes son una población altamente heterogénea en su nivel de integración y posición en el mercado laboral, lo que hace problemática la generalización.
Acabar con la diferencia de capital humano entre romaníes y no romaníes puede no ser suficiente para ofrecer las mismas oportunidades en el mercado laboral, ya que las diferencias en los beneficios del capital humano, que indican un trato desigual, parecen ser la norma.
La élite política carece de la voluntad y el valor para abordar los retos de integración de los romaníes.