Discurso de ascensor
La evidencia sugiere que la productividad sería mucho más alta y el desempleo mucho más bajo si el ajuste entre la oferta y la demanda de capacidades fuera más adecuado. Por ello, el desajuste de capacidades entre los trabajadores (oferta) y los puestos de empleo (demanda) exige la atención continuada de los políticos en muchos países. Las políticas creadas para abordar la persistencia del desajuste de capacidades se centran en el lado de la oferta, haciendo hincapié en la educación y formación de los trabajadores. En comparación, el papel del lado de la demanda, es decir, las prácticas de fijación de salarios de las empresas, obtiene muy poca atención política.
Hallazgos clave
Pros
El análisis muestra que el 4 % de los trabajadores están infracapacitados y el 10 % sobrecapacitados para sus puestos de trabajo.
El desajuste es un determinante importante de la productividad y los salarios.
El efecto perjudicial en el salario causado por el desajuste al comienzo de la trayectoria profesional de una persona es considerable y persistente.
El desempleo en una crisis económica afectaría a una tercera parte menos de las personas si se resolviera el problema del desajuste.
Contras
Aunque los cálculos fiables indican que el desajuste de capacidades reduce la productividad de los trabajadores, los efectos en la productividad agregada continúan siendo especulativos.
Los cálculos del efecto del desajuste de capacidades en el desempleo tienen problemas de medición graves.
Las publicaciones recientes indican que centrarse en la educación y formación para aumentar las capacidades de los trabajadores puede ser erróneo; los actos de las empresas (por ej., ajustar salarios para reflejar la escasez de capacidades relativa) pueden ser un determinante clave del desajuste de capacidades.
Los datos de los EE. UU. muestran que el desajuste geográfico tiene un efecto insignificante en la productividad y el desempleo.