Discurso de ascensor
Los datos demuestran que muchos graduados universitarios ocupan empleos para los que no se necesita un título universitario (sobreeducación) y en los que las habilidades que aprendieron en la universidad no se utilizan por completo (sobrecualificación). Los responsables políticos deben preocuparse especialmente por la sobrecualificación generalizada, que puede dañar el bienestar de los empleados y los intereses de las empresas, ya que tanto la sobreeducación como la sobrecualificación pueden generar frustración, salarios más bajos y tasas de abandono del puesto de trabajo más altas. Todo ello unido a la pérdida que puede suponer el dinero del gobierno invertido en educación.
Hallazgos clave
Pros
Muchos graduados universitarios ocupan empleos para los que no se necesita un título universitario ni en los que usan las habilidades obtenidas en la universidad.
Los análisis empíricos basados en datos transversales sugieren que la sobreeducación es un signo de fallo del mercado.
En los estudios empíricos que usan datos transversales se observa una reducción salarial importante y una reducción en la satisfacción en el trabajo para los trabajadores sobreeducados.
Los estudios que usan datos de panel indican que la combinación de sobreeducación y sobrecualificación es la más perjudicial para los resultados de los empleados.
Contras
Si la sobreeducación es una inversión en la capacidad para obtener ingresos en el futuro, los desajustes son temporales y no requieren intervención política.
Algunas personas eligen trabajar en empleos para los que están sobreeducados porque ofrecen otros beneficios no económicos.
Los datos de panel no sugieren una reducción salarial por estar sobreeducado o sobrecualificado, y solo una pequeña reducción para aquellos que son ambas cosas, al menos en el caso de los hombres.
Para los trabajadores sobreeducados es más fácil cambiar de empleo que para los sobrecualificados o para aquellos trabajadores cuyos empleos y educación están ajustados.