Discurso de ascensor
Las localidades con una sola empresa son, relativamente, un fenómeno poco frecuente. La mayoría se han establecido en lugares a los que es difícil llegar, debido a su asociación a industrias como la minería, y han sido un rasgo prominente de las antiguas economías planificadas. Las localidades con una sola empresa tienen a menudo altas concentraciones de empleo y normalmente ofrecen gran parte de la financiación de los servicios locales. Esta combinación ha resultado problemática cuando se han producido crisis que han forzado la reestructuración o incluso el cierre. Deben existir políticas específicas para la redistribución de los trabajadores y la financiación de servicios en lugar de subsidios orientados solamente a prevenir las pérdidas de puestos de trabajo.
Hallazgos clave
Pros
Las localidades con una sola empresa ayudan a resolver las limitaciones de recursos en lugares distantes, sobre todo en la oferta de mano de obra.
Las localidades con una sola empresa tienden a proporcionar niveles relativamente altos de compensación a los trabajadores, lo que promueve el apego.
La benevolencia de la empresa, junto al interés propio, se han asociado a menudo con altos niveles de aprovisionamiento de servicios, incluidos vivienda, educación o cuidado infantil.
Las localidades con una sola empresa a menudo han contado con buena planificación cívica financiada por agencias públicas y privadas.
Contras
La susceptibilidad de las localidades con una sola empresa a las crisis tiende a acentuarse por la especialización y limitación de otras actividades en la localidad.
La responsabilidad de financiar los servicios locales ha recaído a menudo en la empresa, sin tenerse en cuenta la rentabilidad, lo que deja la localidad más vulnerable a las crisis.
La adquisición de personal con habilidades específicas limita las oportunidades de los empleados en otras empresas y sus opciones de conseguir un nuevo empleo ante un cierre o pérdida del puesto de trabajo.
La falta de información sobre opciones de empleo alternativas, así como la insuficiencia de recursos para favorecer la movilidad, contribuyen a la baja movilidad y flexibilidad de la mano de obra.