Discurso de ascensor
¿Pueden los programas de emprendimiento ser buenas políticas laborales para los pobres? Un gran porcentaje de trabajadores de países en desarrollo trabaja por cuenta propia o en actividades emprendedoras de baja rentabilidad, lo que no les permite salir de la pobreza. Los programas de emprendimiento ofrecen formación empresarial y acceso a financiación, consultoría y creación de redes con el objetivo de aumentar los ingresos de los trabajadores y reducir la pobreza. Los programas tienen distintos diseños, lo que puede afectar a los resultados. Según estudios recientes, existen métodos alentadores que están consiguiendo resultados positivos, como la combinación de la formación y el apoyo económico.
Hallazgos clave
Pros
Combinar la formación y la financiación parece ser más eficaz que los programas independientes a la hora de promover las actividades laborales entre los trabajadores autónomos pobres.
La formación empresarial puede facilitar la creación de empresas y mejorar los conocimientos y prácticas comerciales.
El apoyo personalizado a las necesidades de los participantes y los servicios de seguimiento mejoran la eficacia de los programas.
Los programas de emprendimiento para los jóvenes tienden a conseguir mejores resultados.
Hacer partícipe al sector privado en los programas se asocia con mejores resultados.
Contras
Los programas de emprendimiento para los pobres tienen a menudo efectos que son limitados y no significativos estadísticamente; la sostenibilidad a largo plazo de los programas no está clara.
Las prácticas o conocimientos empresariales mejorados no conducen automáticamente al crecimiento del negocio ni a la creación de empleo.
Existe poca información sobre el coste de la intervención, lo que dificulta la comparación de los programas.
Los programas de emprendimiento adoptan múltiples enfoques cuya eficacia no se ha analizado todavía.