Discurso de ascensor
¿Cabe esperar que la productividad de un trabajador, y por tanto su salario, dependa de la productividad de sus compañeros aunque desempeñen tareas totalmente independientes y no trabajen en equipo? Podría ser el caso, ya que la interacción social entre compañeros puede tener efectos indirectos en la productividad derivados del trasvase de conocimientos o la presión de grupo. Los datos empíricos disponibles sugieren que, debido a estos efectos del grupo, la productividad de los compañeros afecta de forma positiva a la propia productividad del trabajador y a su salario, especialmente en ocupaciones de menor capacitación.
Hallazgos clave
Pros
Se han documentado los efectos del grupo en la productividad de trabajadores de baja capacitación (cajeros de supermercado, recolectores de fruta, vendedores y trabajadores de centros de atención telefónica).
Los datos sugieren que la interacción social puede conducir al trasvase de conocimientos de los trabajadores recién formados a los no formados.
El canal probable del efecto indirecto en la productividad en trabajos de poca capacitación es la presión del grupo; esto también puede ayudar a solventar los problemas de parasitismo.
Los recientes estudios representativos complementan la evidencia de experimentos de laboratorio y sobre el terreno y generan un conjunto de evidencia cada vez más coherente y fiable.
Contras
Se han documentado los efectos indirectos en la productividad entre trabajadores de ocupaciones de alta capacitación en profesores, pero no en académicos, científicos o inventores, a menos que colaboren activamente en un proyecto.
La evidencia actual no señala que el trasvase de conocimientos sea un canal importante que afecte indirectamente a la productividad en un entorno de trabajo general.
Las empresas con presión de grupo excesivamente alta es probable que deban afrontar costes adicionales para retener a los trabajadores.
En muchos entornos, es difícil medir la productividad de un trabajador y la de los compañeros o establecer la causalidad entre ambos, lo que limita la habilidad de los investigadores para determinar con precisión los efectos indirectos en la productividad.