Discurso de ascensor
Un buen jefe puede tener un efecto positivo considerable en la productividad de un trabajador tipo. Aunque se ha escrito mucho sobre los efectos que tiene trabajar con buenos compañeros, los efectos de trabajar con buenos jefes parecen ser mucho más considerables. Un buen jefe puede mejorar el rendimiento de sus empleados y reducir el índice de abandonos de la empresa. Esto puede también ser relevante en situaciones en las que supone un reto utilizar estructuras de incentivos, como cuando es difícil cumplir la calidad. Por ello, las empresas deberían invertir lo suficiente en contratar a buenos jefes con habilidades que sean adecuadas para su función.
Hallazgos clave
Pros
Los economistas tienen ahora datos fiables para medir los efectos de los jefes en el rendimiento de los trabajadores.
Si a uno se le asigna un buen jefe, aumenta su productividad personal en comparación con si se le asigna un mal jefe y los efectos son considerables.
Los buenos jefes tienen ciertos rasgos universales: preparan, enseñan y ofrecen información sobre la estrategia de la empresa y los objetivos profesionales del trabajador ante dicha estrategia.
Los efectos de los buenos jefes superan los efectos de los buenos compañeros.
Los trabajadores dejan sus trabajos si hay malos jefes y es más probable que los malos jefes dejen la empresa.
Contras
Los rasgos de los jefes no son universales; un buen jefe en una empresa podría no ser un buen jefe en otra.
El talento para dirigir es a veces innato, pero otras veces se aprende.
Los buenos jefes son buenos en parte porque atraen a buenos trabajadores.