Discurso de ascensor
Las agencias de calificación a menudo evalúan a las organizaciones benéficas en función de sus gastos generales, y los donantes parecen tener en cuenta estas mediciones al decidir a quién entregar su donativo. Pero parece ser que la conexión entre esta métrica y la eficacia de la organización benéfica es débil. Los datos revelan que con la atención en los gastos generales, las organizaciones benéficas no invierten en funciones importantes, como en trabajadores cualificados. Para evaluar las políticas que regulan los gastos generales, es necesario analizar si los donantes se preocupan por ellos, si pueden medir la eficacia de la organización, y cómo afecta a la organización el hecho de que se preste atención a los gastos generales.
Hallazgos clave
Pros
Comparar los gastos generales de las organizaciones es más fácil que comparar otras métricas.
Muchas agencias de calificación externas se centran en los gastos generales al evaluar las organizaciones benéficas, al menos en parte.
Muchos donantes dicen que tienen en cuenta los gastos generales cuando eligen la organización benéfica.
Los donantes expresan un gran desagrado ante organizaciones con grandes gastos generales, incluso si no hay relación con la eficacia de la organización.
Contras
Centrarse en los gastos generales es contraproducente para las organizaciones benéficas porque no invierten en personal ni soporte administrativo, lo que las hace menos eficaces.
Medir la calidad o eficacia de una organización benéfica es difícil, y los gastos generales son a menudo una métrica insuficiente para ello.
Imponer reglamentación que limite los gastos generales puede crear grandes problemas a las organizaciones benéficas.
Las organizaciones benéficas no pueden competir por personal cualificado porque donantes y reguladores desean minimizar los gastos generales.