Discurso de ascensor
Existen grandes diferencias internacionales en la brecha salarial de género. Entre 2010 y 2012, el salario de las mujeres se acercaba al de los hombres en algunos países desarrollados, pero en otros, la brecha continuaba siendo grande. Debido a que el nivel educativo medio, la experiencia y las ocupaciones e industrias son diferentes entre hombres y mujeres, son muchos los factores que pueden influir en la brecha salarial de género. Entre ellos está la oferta y demanda de habilidades, los sindicatos y los salarios mínimos, que influyen en los beneficios que aporta la educación, la experiencia y las diferencias salariales profesionales en la economía en general. La compresión de salarios reduce la brecha salarial de género, pero también disminuye la demanda de mujeres trabajadoras.
Hallazgos clave
Pros
Las instituciones que fijan los salarios y los comprimen en el extremo inferior de la escala aumentan desproporcionadamente los salarios de los trabajadores que menos ganan, lo que reduce la desigualdad.
La compresión de salarios aumenta el salario de las mujeres más que el de los hombres porque es más probable que ellas estén en el extremo inferior de la escala.
Los salarios mínimos pueden reducir la explotación de los trabajadores con salarios bajos y mejorar la eficiencia económica.
Contras
Reducir las diferencias salariales en función de las habilidades puede afectar de forma negativa a la asignación de recursos en una economía al reducir los incentivos de los trabajadores para adquirir habilidades.
Los trabajadores que menos ganan, como las mujeres, pueden sufrir pérdidas de empleo a causa de los salarios mínimos.
Reducir las diferencias salariales profesionales puede reducir los incentivos de las mujeres para ocupar puestos dominados por los hombres y contribuir así a la continuación de la segregación profesional por género.
Si las instituciones que fijan los salarios tienen efectos sobre el paro, también pueden tener efectos en la muestra utilizada para medir la brecha salarial de género.