Discurso de ascensor
Los inmigrantes que reciben una baja remuneración inicial, como la de los inmigrantes por familia, disfrutan de un mayor crecimiento de esta que los inmigrantes contratados para trabajos específicos (inmigrantes por trabajo). Esto ocurre porque los inmigrantes por familia con una remuneración inicial más baja invierten más en capital humano que los trabajadores del país o los inmigrantes por empleo. Por tanto, los inmigrantes con una remuneración inicial baja invierten en nuevo capital humano para responder a las cambiantes necesidades de la economía del país de acogida.
Hallazgos clave
Pros
La remuneración de los inmigrantes que llegan a los EE. UU. con una visa familiar es a menudo baja, pero crece considerablemente; en comparación con los trabajadores del país u otros inmigrantes, invierten más en nuevo capital humano porque los costes de oportunidad son bajos y el nuevo capital humano del país de acogida a menudo hace que las capacidades adquiridas en su país de origen sean más aprovechable.
La disposición de los inmigrantes por familia para invertir en nuevas capacidades flexibiliza el mercado laboral del país de acogida ante las necesidades de las empresas y permite a los emprendedores inmigrantes ofrecer nuevos productos y servicios.
Las políticas de inmigración para familias podrían ayudar a contratar a los migrantes más capacitados, ya que estos se preocupan por la inmigración de sus familias y pueden tener opciones de empleo en varios países distintos.
Contras
La incertidumbre sobre la posibilidad de permanecer en el país de acogida reduce el interés de los inmigrantes para invertir en nuevo capital humano.
Debido a que los inmigrantes a menudo combinan las capacidades adquiridas en el país de origen con las adquiridas en el de acogida en su trabajo, los países con requisitos profesionales relativamente rígidos pueden desalentar la inversión en capital humano de los inmigrantes.