Discurso de ascensor
Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos gastan, de media, el equivalente al 0,4 % del producto interior bruto en políticas laborales activas y pasivas. Esta no es una cantidad desdeñable, sobre todo en épocas de presupuestos gubernamentales ajustados. Las reuniones con los asistentes sociales –quienes pueden ofrecer consejos e información sobre qué trabajos buscar y cómo buscarlos, ayuda moral y también control de la intensidad de la búsqueda– son una opción sencilla y eficaz para que los políticos ayuden a los parados a encontrar trabajo.
Hallazgos clave
Pros
Un enfoque basado en los asistentes sociales es una opción política sencilla y menos costosa para aumentar la tasa para encontrar empleo.
Las reuniones pueden ampliarse o reducirse para adaptarse a las mejoras o empeoramientos del ciclo económico.
Las reuniones con los asistentes sociales parecen asociarse a una estabilidad laboral a más largo plazo para los reempleados.
Como no hay efectos de encajonamiento, las reuniones pueden ser una herramienta eficaz al comienzo del período de paro, cuando las probabilidades de recontratación del parado son más altas.
Contras
Las reuniones tienden a ayudar solo a los trabajadores con mayor empleabilidad (cuyas habilidades y capacitación demanda el mercado laboral local), y no ayudan a los trabajadores menos deseables.
Si hay menos puestos de trabajo que demandantes de empleo, las reuniones pueden ayudar a algunos trabajadores a conseguir los trabajos disponibles perjudicando a otros demandantes de empleo.
Los economistas no comprenden del todo cómo y por qué las reuniones benefician a los demandantes de empleo a nivel individual.