Discurso de ascensor
Los países en desarrollo se enfrentan a menudo a dos conocidos problemas estructurales: paro juvenil elevado y gran desigualdad. En las últimas décadas, los creadores de políticas han aumentado la proporción de los gastos del gobierno destinados a la educación en los países en desarrollo para tratar estos dos problemas. Los datos empíricos muestran resultados dispares sobre qué tipo de educación es la más adecuada para mejorar el empleo remunerado y reducir la desigualdad: ¿es la educación primaria, secundaria o terciaria? Los estudios de investigación recientes sobre los rendimientos de la educación en algunos países en desarrollo de África pueden ayudar a responder a esta pregunta.
Hallazgos clave
Pros
Los rendimientos de la educación secundaria o terciaria en África son mayores que los de la educación primaria, independientemente del nivel de desarrollo.
La falta de mano de obra cualificada se considera un factor importante que impide la competitividad de empresas y la modernización de la economía; la inversión en educación profesional y superior es crítica para abordar esta diferencia de competencias.
Un aumento de la proporción de personas con educación superior podría reducir la desigualdad de bienestar o ingresos.
Contras
El paro en los países en desarrollo tiende a ser mayor entre las personas con educación secundaria o terciaria; ampliar la educación superior podría, por lo tanto, exacerbar el desempleo.
Los gobiernos invierten en la educación primaria para abordar la desigualdad de un modo populista; esto reduce también el apetito político de una mayor inversión en educación superior.
Como el acceso a la educación superior está tremendamente limitado a quienes tienen mayores ingresos, la ampliación de la educación superior podría exacerbar la desigualdad.