Discurso de ascensor
El debate público sobre la inmigración se centra en sus efectos en los salarios y el empleo, pero no en los efectos que tiene la inmigración en las condiciones laborales que afectan a la salud de los trabajadores. Son crecientes los datos que indican que los inmigrantes asumen trabajos más peligrosos que los trabajadores nacionales. Según estudios recientes, a medida que crece la inmigración, los trabajadores nacionales pueden dedicarse a trabajos menos laboriosos. Estos ajustes en el mercado conllevan una reducción del riesgo ocupacional de los trabajadores nacionales y, por tanto, una mejora de su salud.
Hallazgos clave
Pros
La inmigración permite a los trabajadores nacionales ocupar puestos con mejores horarios, menor tasa de lesiones y mortalidad y menor esfuerzo físico.
Según los datos existentes, hay efectos positivos en la salud de los trabajadores nacionales y el bienestar subjetivo cuando los inmigrantes ocupan puestos de baja cualificación.
Las mejoras de las condiciones de trabajo y salud relacionadas con un mayor porcentaje de trabajadores inmigrantes se concentran en los trabajadores nacionales más vulnerables, es decir, obreros de poca cualificación.
La evidencia indica que los inmigrantes trabajan probablemente con condiciones más seguras que las de sus países de origen.
Contras
La autoselección de inmigrantes para hacer trabajos más peligrosos deteriora su propia salud.
La inmigración aumenta los costes relacionados con la seguridad debido a las barreras lingüísticas y a los distintos estándares de seguridad laboral entre el país de origen y el de acogida.
Si la percepción de los inmigrantes sobre sus trabajos es más positiva que la de los trabajadores nacionales, pueden llegar a afrontar riesgos excesivos.
Existen datos sobre los efectos negativos a corto plazo en los salarios de los trabajadores nacionales de poca cualificación y el empleo en relación con un mayor porcentaje de trabajadores inmigrantes.