Discurso de ascensor
Como respuesta al descenso en los presupuestos, muchos distritos escolares de los EE. UU. han reducido las subvenciones al deporte. En Europa, los padres pueden responder a tiempos de dificultades económicas reduciendo el gasto en clubes deportivos de sus hijos. Estos recortes son desatinados si hacer deporte es un bien de inversión además de un bien de consumo y aporta valor al capital humano de los estudiantes. Es difícil medir el valor del deporte, ya que es bastante probable que las personas que ya tienen las habilidades necesarias para ir bien en el colegio y después en el trabajo ya hacen deporte. La mayoría de los estudios que explican esta endogeneidad señalan que practicar deportes juveniles mejora los resultados académicos y el rendimiento laboral.
Hallazgos clave
Pros
El deporte juvenil es un bien de inversión además de un bien de consumo.
El tiempo dedicado al deporte juvenil aporta habilidades cognitivas, como el desempeño en los exámenes escolares estandarizados.
El tiempo dedicado al deporte juvenil aporta habilidades no cognitivas, como la autodisciplina y la capacidad para trabajar con los demás, lo que mejora el rendimiento en el mercado laboral.
Un capital humano más rico mejora el desempeño en el colegio y en el mercado laboral.
Los deportes son una parte de la misión principal de un gobierno local o distrito escolar.
Contras
Los deportes juveniles son estrictamente un bien de consumo que no tiene ningún efecto positivo en el rendimiento en otros ámbitos.
El tiempo que no se dedica a los estudios reduce la adquisición de habilidades cognitivas de los estudiantes, lo que empeora su desempeño escolar.
El tiempo que no se dedica a los estudios reduce la acumulación de las habilidades no cognitivas que valoran los empleados.
Practicar deportes juveniles empeora el desempeño en el colegio y en el mercado laboral.
Subvencionar los deportes juveniles es malgastar los recursos públicos.